Gaza: vivir sin electricidad

gaza in darkness

Esos malditos cortes de luz.

 

Esos malditos cortes de luz que te dejan colgado en medio de un directo para la tele.
Esos malditos cortes de luz que te cortan la conversación con tu madre en el skype.
Esos malditos, malditos, cortes de luz.

En la Franja de Gaza es lo que más odian sus habitantes porque vivir sin electricidad limita muchas de las tareas diarias: poner la lavadora, usar los electrodomésticos, que la nevera funcione, leer, estudiar, ver la televisión… 

Si fuera cuestión de unas pocas horas o unos pocos días la cosa sería diferente.

Los cortes de luz en la Franja vienen sucediéndose diariamente desde que en 2008 Israel bombardeara la central eléctrica. Pasada la guerra, la central funcionaba con muchas dificultades y no llegaba a aportar la energía suficiente para sus habitantes. Todavía hoy en 2013 no se ha podido reparar debido al bloqueo israelí que no permite hacer llegar los materiales necesarios, donados por ciertos países.

Los cortes se establecen en turnos de 8 horas, por barrios. Aunque pueden variar y el corte puede pillarte por sorpresa. A veces, si el barrio no consume mucha energía y no se pasa de su cupo puede tener electricidad durante más de 8 horas seguidas. Pero también puede suceder lo contrario, que tenga cortes de hasta 16 horas seguidas. Así que los cortes de luz siguen, en la práctica, el sistema del «nunca se sabe».

Muchas casas cuentan ahora con UPS, baterías que se cargan durante los turnos de luz y luego pueden hacer funcionar (dependiendo de la capacidad de carga que tengan) ciertos electrodomésticos o luces de la casa. Los más normalitos pueden aportar energía para unas 4 ó 5 luces de la casa, una televisión y el teléfono, también permite cargar los móviles. Estos cuestan 250 dólares, así que, los hogares que cuentan con UPS son pocos, teniendo en cuenta que la vida de las baterías de estos aparatos no es proporcional al precio. El nuestro nos ha durado solo 5 meses.

Lo más habitual es tener un motor. El motor, con su sonido ensordecedor, aporta un poco más de energía, pero nunca lo suficiente para encender la nevera o la lavadora y consume la tan preciada gasolina que desde meses escasea en la Franja.

En todas casas hay velas extra, linternas, frontales y, por supuesto, los móviles que lo permitan tienen instalado un programa que hace de linterna. Es muy útil.

Sin embargo, todos estos apaños son… insuficientes. Imaginad la nevera sin funcionar o, lo que es peor, estropeándose cada dos por tres por las idas y venidas de electricidad o los vaivenes de tensión.

Es verdaderamente sorprendente cómo sobreviven año tras año de bloqueo los habitantes de la Franja de Gaza.

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