Analistas palestinos sobre el Estado «judío» de Israel

Hoy me ha tocado trabajar un reportaje analítico para la tele sobre el anuncio del proyecto de ley que el gabinete de Netanyahu ha aprobado y que en una semana se discutirá en la Knesset. De aprobarse, el borrador daría carácter «judío» al Estado de Israel… Ante las oleadas de críticas y análisis, quisiera compartir con vosotros/as las respuestas COMPLETAS de estas entrevistas.

1f519991ec9aea1dab84d7f3213852d8Talal ‘Okal
Analista político, muy reconocido entre los medios árabes

“Esta decisión no es práctica, tampoco es funcional en cuanto a las negociaciones en el marco del juego de compromiso y contracompromiso. Es una muestra de un estado en desarrollo, Israel, de sus características sociales y políticas, una tendencia hacia un mayor racismo, la transformación hacia un régimen racista de Apartheid.

Llamar a este estado “judío” es una declaración de guerra, porque así se pone fin para siempre a todas las soluciones y negociaciones para concretizar la paz en la región. Tendrá sus consecuencias, acabará con la democracia en Israel.

El carácter judío significa que este Estado es solo para los judíos y esto es un indicador de los próximos planes contra cualquier presencia palestina dentro de Israel. Los palestinos son un blanco en Jerusalén y en Cisjordania. Creo que es un plan de introversión, es decir, de confiscación de Jerusalén y del 60% de Cisjordania, un plan para transferir (expulsar) a los palestinos que están en Israel. Estamos ante un estado que dentro de pocos años será un Estado con profundo carácter judío-religioso porque los religiosos en la sociedad israelí están aumentando constantemente. También crece el número de colonos. Estas dos masas serán las más pesadas dentro de Israel y ambas definirán la idiosincrasia de Israel.


 

haidar-eid-230813Haider Eid
Académico palestino. Internacionalmente conocido por su activismo en el BDS y su experiencia en el Apartheid en Sudáfrica donde residió muchos años.  

“Esto es exactamente lo que sucedió en Sudáfrica bajo el Apartheid de los años 60-70-80 cuando muchos grupos marginados fueron expulsados. Lo que está pasando ahora en Israel es que Israel está haciendo de una religión un tipo de nacionalismo que excluye a los palestinos de los territorios ocupados en 1948 y que están considerados ahora como ciudadanos de segunda y tercera. Pero también excluye a más de 6 millones de palestinos refugiados que viven en la Diáspora, cuyo derecho al retorno está consagrado por la resolución 194 de las Naciones Unidas. Tal y como pasó en Sudáfrica, donde solo había democracia para blancos, en Israel solo habrá  democracia para los judíos.”


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Ismael Mohra
Especialista en Asuntos israelíes. Trabaja para el Instituto Atlas de Estudios Israelíes con sede en Gaza. Habla hebreo y sigue la prensa escrita y audiovisual israelí.

“Esta Ley fundamental que habla del Estado de Israel como un estado nacional o como el país nacional del pueblo judío no llega para llenar un vacío legal o constitucional. En Israel no falta lo que la defina como Estado judío. Muchos son los artículos que en las leyes israelíes confirman su carácter religioso, judío y también racista del Estado israelí. Esto está claro desde la declaración de la independencia de Israel de David Ben Gurion en el cual definió a Israel como Estado judío sobre la tierra de Israel. Existen muchas insignias religiosas usadas por el Estado de Israel como el color de la bandera, la estrella de David, las dos líneas azules de la bandera israelí que están inspiradas en las líneas que tienen los mantos que usan para rezar, su himno llamado Hatikvah que contiene muchos términos de la Torá. Además, tienen un ministerio de Religión y una Ley de Base rabínica que organiza el proceso de elegir a los rabinos.

Las leyes civiles dependen de la ley religiosa judía que organiza los asuntos de matrimonio, divorcio, herencias… Entonces, como veis, hay muchas leyes que confirman el carácter judío del estado. Todo esto sirve para excluir a gran parte de los ciudadanos que no son judíos y que forman más del 20% de la población total.

Esta propuesta actualmente llega en el contexto de una competición que se está librando entre los partidos israelíes. Forma, asimismo, parte del esfuerzo político que quiere definir a Israel de manera racista. Están intentando obligar al mundo a que reconozca Israel de la manera que Israel quiere, como el Estado del pueblo judío. Israel es un estado que no tiene Constitución, tampoco define sus fronteras, no tiene leyes sobre los Derechos Humanos porque no quiere dar a los árabes y las otras minorías más capacidad para protegerse. Esta ley sirve para despojar a los árabes del resto de los derechos que todavía tienen y para que se sientan personas non grata en este Estado, que no es el suyo, que es para los judíos. Esta ley sirve para legalizar y dar legitimidad al racismo de este estado.

 

Netanyahu: esa paloma negra

netanyahu

No nos engañemos, Netanyahu no quiere la paz. Lo único que le preocupa es mantener su figura de político capaz de negociar con sus enemigos, un político que sabe seguir los dictámenes de Estados Unidos, a los que luego les baila el agua son subterfugios sionistas.

Para los que realmente conocen la arena política que se tercia en Palestina, Netanyahu es incapaz de reabrir negociaciones sin esconder su ala negra porque él es una paloma negra, nada más lejos de esa paloma blanca, graciosa, que aparece muchas veces con un ramo de olivo como señal de Paz.

Algunas fuentes hablan de que los medios israelíes anunciaron que Netanyahu se comprometió con John Kerry a limitar la construcción de asentamientos judíos a 1.000 unidades habitacionales durante el periodo de 9 meses establecido para llevar a cabo las susodichas negociaciones de paz. Ayer, el periódico israelí Haaretz informaba de la aprobación de 878 nuevas unidades:

«Some 550 units in the settlements of Talmon, 60 in Alon Shvut and 38 in Kokhav Yaakov have been approved, out of a total 878; discussion of some of the plans had been postponed amid renewal of negotiations with the Palestinians.»

[Unas 550 unidades de asentamientos en Talmon, 60 en Alon Shvut y 38 en Kokhav Yaakov han sido aprobadas. Un total de 878. La discusión de algunos de los planes fue aplazada en medio de la renovación de negociaciones con los palestinos.]

Así que, claramente, esa promesa no se cumplirá.

Netanyahu, además, aprobaba esta semana su lista de prioridades «nacionales» que ha sorprendido casi a nivel mundial porque ha incluido un récord de número de asentamientos judíos, 91, lo que significa que más de 600 pueblos de colonización judía recibirán ayudas económicas y beneficios. Una veintena de ellos eran considerados hasta el momento para Israel como “ilegales”. Aunque, como ya sabemos, Israel legaliza lo ilegalizable a su manera… Os lo cuento:

Cuando un grupo de colonos judíos se hace posesión de un trozo de tierra de manera ilegal, su gobierno israelí le dice: – Oíd, así no se puede ir conquistando tierras, tenéis que seguir las directrices impuestas según el sistema jurídico.

Sin embargo, nunca los expulsan de la tierra, tampoco si es con la fuerza como la han conseguido. Pasan los años, o el año, y finalmente, el nuevo plan nacional incluye milagrosamente ese pedazo de tierra como tierra nacional, por lo que los colonos no solo pasan a estar legalmente habitando en tierra palestina robada, sino que además pueden recibir ayudas estatales.

Una vez más, está claro, a Israel lo que le conviene es engullir más y más tierra palestina y sus colonos son la mejor forma de hacerlo. El gobierno no se mancha las manos, y deja un tiempo para que la comunidad internacional –protagonista de tantos simulacros alegóricos y de poca acción – vea que juega limpio. Pero en realidad juega muy sucio. Así, la comunidad judía crece de forma “forzada”. Cuando ellos llegan a Israel, saben que deben tener una “bonita” cantidad de hijos/as para que sean más, para crear un estado –que sigue siendo artificial- con una manipulación demográfica. Crean así, un colonialismo permanente. Si alguien allá fuera cree que Israel tiene un papel civilizador para con los palestinos, está muy equivocado. Si alguien, a estas alturas, sigue creyendo que Netanyahu dará su brazo a torcer y suspenderá la construcción de asentamientos porque la paz llegue, está bastante desencaminado.

Israel ha aprendido a colonizar y sabe muy bien que la decolonización posterior va a ser sino difícil, casi imposible. Israel piensa que ha difundido bien la retórica de que los palestinos son “razas incapaces de utilizar sus recursos naturales”. El agua, que pertenece a los palestinos, les está siendo robada y no pueden ni utilizar ese 20% correspondiente establecido en 1967 cuando Israel ocupó Palestina. Y es que Israel sabía muy bien que una ecología modificada da lugar a modificar la política (como dijo Edward Said). A nivel de economía, el sistema de ocupación en el que viven los palestinos en los territorios de 1948 o en Cisjordania está basado en una explotación «lechera», no solo del ecosistema, también de las “razas” que ellos consideran inferiores como son los palestinos, mano de obra barata, y los judíos negros. Sí, los judíos negros a pesar de ser judíos son tratados con desdén y son foco de ataques racistas en su Tierra Prometida.

Así pues, tenemos un gobierno de Apartheid que quiere, según dicen, llegar a un acuerdo de paz.