Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Abu Mazen (Mahmud Abbas) podría estar cayendo en este mismo error, pero lo hace con una dialéctica política que evita el ‘No’ o el ‘Sí’. Todavía no hay un sí o un no a la prórroga de las negociaciones de paz, lo que sí que hay es la petición de Palestina para formar parte de 63 organismos internacionales y la firma de 15 convenciones internacionales.
Las críticas de las facciones palestinas, el Movimiento de Resistencia Islámica de Hamás, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, la Yihad Islámica, llegan en forma de manifestaciones y declaraciones, repetitivas pero contundentes:
«las negociaciones no representan a un consenso nacional palestino»,
«no se puede confiar en el enemigo sionista»,
«la resistencia es la alternativa»,
«hay que frenar las negociaciones y llevar a la justicia internacional a los criminales de guerra israelíes»,
«la solución dedos estados es en detrimento del derecho al retorno de los refugiados palestinos»,
«es inaceptable que en medio de negociaciones ni siquiera los israelíes impongan una moratoria en la construcción de asentamientos de colonos»… etc
Este es el cóctel del que tienen que beber los ciudadanos palestinos desde el inicio de estas negociaciones de paz, en julio de 2013. Si algo cae por su peso es la poca fuerza de Abu Mazen y la imparable construcción de asentamientos para colonos israelíes en tierra palestina que ha aumentando un 123% en el año 2013.
Netanyahu sucumbe también, le falta la fuerza que antes tenía, y los cuervos (que no halcones) de los sionistas de derecha con carteras en Exteriores o Vivienda están colocando colonias como si de un Monopoli se tratara. En un día como ayer se anunciaba en intervalos de una hora: la licitación de 708 unidades de asentamientos en Jerusalén-Este, la confiscación de 60.000 dónums de tierra palestina en Nablusa, y otra licitación de asentamientos en Beit Yala (noroeste de Belén). La publicación del concurso de edificación en Jerusalén-Este llega por tercera vez, al mínimo precio, para asegurar que una constructora se va a poner manos a la obra lo antes posible. En vísperas de la primera liberación de prisioneros (agosto 2013) Israel anunció la construcción de 800 unidades de asentamientos en Jerusalén-Este y 400 en Cisjordania; en febrero de 2014 anunció otras 558 unidades en Jerusalén-Este. Descomunal.
Kerry ha venido a la región más de una docena de veces, siempre con el fuelle bajo el brazo, para animar las llamas de la hoguera… de la hoguera de la paz. Animaba a ambas partes, siempre conseguía su objetivo. A los palestinos les inyectaba – tras unas semanas desde su visita- unos millones de dólares para que pudieran pagar los salarios de sus funcionarios que desde hace años llegan tarde, muy tarde. A los israelíes no les paraban los pies con sus malditos asentamientos y quebrantamientos de la ley internacional.
Ayer por la noche, el canal 10 israelí en uno de sus programas de debate (London at Kirschenbaum) como fondo de pantalla para sus tertulianos (periodistas, analistas políticos, entre ellos un iraquí judío que sirvió para la Shabak) un Jonathan Pollard con una aureola y alas de ángel. Era casi apocalíptico. Un tipo que ni siquiera es israelí y que es la moneda de cambio para que los israelíes continúen en las negociaciones de paz. Pollard es un estadounidense, agente de la Mossad israelí, que sirve condena en EEUU por espionaje. A Kerry le han crecido los enanos en este circo.
Antes de esta angelical aparición en las pantallas de televisión, se enfrentaban 960×540 de pantalla, Pollard y Marwan Barghouti, la única salvación para que la línea Arafat-Abbas permanezca en la OLP (aunque él es más estilo Arafat – Abu Ammar- ). Con la liberación del palestino Barghouti, Abu Mazen respiraría más tranquilo, y la amenaza de Dahalan, hombre de la CIA y ahora hombre de Egipto, no sería tan… inminente. Pero volvamos a la mesa israelí-palestina. Los israelíes ofrecen sus concesiones: liberación del cuarto grupo de prisioneros palestinos y otros 400 prisioneros que no hayan cometido crímenes de sangre y cuya condena esté terminando. Y, quizás, la liberación de cabecillas fuertes, como Ahmed Sa’adat (secretario general del FPLP que ya ha repudiado su liberación con estas premisas) y… Marwan Barghouti. Nos quedamos con este último nombre, para un futuro.
Más concesiones de los israelíes: congelar la construcción de asentamientos, excepto en Jerusalén.
… Espero que Abu Mazen se haya leído la letra pequeña.